Es natural que la alimentación
saludable y el control de peso sean una preocupación fundamentalmente para las
mujeres. Sin embargo, cuando estas preocupaciones pasan la barrera de lo
saludable, pueden llegar a convertirse en trastornos alimentarios.
Algunas personas se someten a dietas
extremas y por ello pueden llegar a desarrollar anorexia. Otras personas, en
exceso provocándose "atracones”.
Por otro lado, hay personas que tienden
a purgar su cuerpo a fin de expulsar los alimentos que han consumido mediante
ejercicio forzado, vómitos, ingesta de laxantes o una combinación de todas
estas acciones. Esto se conoce como bulimia.
Entonces ¿cómo saber si padeces de uno
de estos trastornos de la alimentación?
Lo cierto es que hay ciertos signos que
pueden darte un indicio de que tienes un problema de la alimentación.
A continuación te paso una lista de
signos que debes considerar, si te sientes identificada con más de la mitad de
estos indicios, es probable que padezcas de un trastorno de la alimentación.
- Obsesión
con el peso y la comida. Si piensas únicamente en
la comida y este es tu único tema de conversación. Si cuentas las calorías
y calculas los gramos de grasa que contiene lo que comes. Si te obsesiona
tu peso y quieres verte extremamente delgada.
- Si
haces ejercicio en exceso, todo el tiempo incluso
cuando te sientes agotada o cuando estás enferma.
- Si
evitas estar con personas o amigos durante las comidas.
- Si
has comenzado a utilizar ropa holgada como una manera de ocultar tus
formas y tu cuerpo.
- Si
te sometes a dietas extremas o restrictivas.
Por ejemplo, dietas en la que sólo se puede comer vegetales crudos o sopas
claras.
- Si
cortas los alimentos en trozos pequeños, separas
la mitad de la comida que hay en el plato y juegas con ella en lugar de
comer.
- Si
vas al baño con mucha frecuencia, fundamentalmente luego de
las comidas y te provocas el vómito, o luego de comer ingieres laxantes
para expulsar toda la comida que recibió tu cuerpo.
- Si
te ves gorda a pesar de que hayas perdido bastante peso o
estás obsesionada con algunas partes de tu cuerpo que no te gustan como tu
estómago, glúteos, piernas etc. hasta el punto en exceso.
- Si
estás siempre a la defensiva cuando te hablan de tus hábitos de
alimentación o del peso que has perdido.
- Si
consumes laxantes, esteroides o suplementos a base de hierbas para perder
peso.
- Si
te ves muy pálida, tienes tendencia a tener moretones con
facilidad o si constantemente tienes más frío de lo habitual, este es un
signo de que tienes un trastorno de la alimentación, ya que el frío es un
síntoma de la insuficiencia ponderal.
Si has respondido que si a la mayor
parte de estas preguntas, es muy probable que estés atravesando algún trastorno
de la alimentación y es fundamental que además de reconocerlo, busques ayuda de
inmediato para salir de esta situación.
Ten en cuenta que los trastornos de la
alimentación pueden conducir a enfermedades físicas y psicológicas muy graves y
esta obsesión que tienes con tu cuerpo es un síntoma de algo que está
afectándote emocionalmente.
Si bien muchas personas se sienten
exitosas y sienten que tienen el control cuando se vuelve más delgadas, padecer
un trastorno de la alimentación puede hacer que te enfermes gravemente e
incluso podría llevarte hasta la muerte.
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